Pet shop
Están lloviendo gatos en mi rancho,
parece que nunca va a escampar,
sombras y luces cruzan mi ventana;
hacen muecas, me gritan y se van.
Llegan maullidos de las milpas
y llegan maullidos del corral.
¡Qué noche! Esta noche, ¡Galileo!
Llegó a la tierra bruta Satanás.
¿Quién hizo poros grandes en las nubes?
¿Por qué esta segundona tempestad?
Está lleno de gatos mi potrero
y está lleno de gatos mi jacal.
Darude en un Remix llega de lejos
tocando el tibio y espinoso vals
que yo bailaba cuando estaba sano
con princesas más blancas que la cal.
¡Qué gran acobardada estoy sintiendo!
Ovinos y caprinos ya se van
guiados por mis perros ovejeros
y el chivo, de mis cabras, semental.
Emerjo delirante y voy con ellos
a encumbrarme a los cerros de la paz,
me guía la ternura de Ifigenia
y su miedo infinito al más allá.
Los gatos me persiguen con sus ojos,
ya sus pulgas me empiezan a picar.
Lejanas carcajadas de cisternas
me siguen por el bosque fantasmal.
Los gatos me rasguñan... el rebaño,
camina testarudo sin parar.
Las nubes descubren una luna
que exhibe un turbante musulmán.
Los gatos me destrozan con sus uñas...
¡Mi cuerpo lejos del rebaño está!
¡Piedad! ¡Piedad! A la engendrada voz.
¡Misericordia! ¡Dios de Abraham!
¡No dejes la flama de esta mecha
abandonada en esta tempestad!
Los gatos me devoran... estoy solo,
vuelvo a ser indefenso una vez más.
¡Apiádate de mí, Dios de Israel!
¡Apiádate de mí, augusto Jehová!
Signore, pietà Signore, pietà
Cristo, pietà Cristo, pietà
Signore, pietà Signore, pietà
¡Aaaaaay! ¡Aaaaaay! ¡Aaaaaay!
Están lloviendo gatos en mi rancho,
parece que nunca va a escampar,
sombras y luces cruzan mi ventana;
hacen muecas, me gritan y se van.
Llegan maullidos de las milpas
y llegan maullidos del corral.
¡Qué noche! Esta noche, ¡Galileo!
Llegó a la tierra bruta Satanás.
¿Quién hizo poros grandes en las nubes?
¿Por qué esta segundona tempestad?
Está lleno de gatos mi potrero
y está lleno de gatos mi jacal.
Darude en un Remix llega de lejos
tocando el tibio y espinoso vals
que yo bailaba cuando estaba sano
con princesas más blancas que la cal.
¡Qué gran acobardada estoy sintiendo!
Ovinos y caprinos ya se van
guiados por mis perros ovejeros
y el chivo, de mis cabras, semental.
Emerjo delirante y voy con ellos
a encumbrarme a los cerros de la paz,
me guía la ternura de Ifigenia
y su miedo infinito al más allá.
Los gatos me persiguen con sus ojos,
ya sus pulgas me empiezan a picar.
Lejanas carcajadas de cisternas
me siguen por el bosque fantasmal.
Los gatos me rasguñan... el rebaño,
camina testarudo sin parar.
Las nubes descubren una luna
que exhibe un turbante musulmán.
Los gatos me destrozan con sus uñas...
¡Mi cuerpo lejos del rebaño está!
¡Piedad! ¡Piedad! A la engendrada voz.
¡Misericordia! ¡Dios de Abraham!
¡No dejes la flama de esta mecha
abandonada en esta tempestad!
Los gatos me devoran... estoy solo,
vuelvo a ser indefenso una vez más.
¡Apiádate de mí, Dios de Israel!
¡Apiádate de mí, augusto Jehová!
Signore, pietà Signore, pietà
Cristo, pietà Cristo, pietà
Signore, pietà Signore, pietà
¡Aaaaaay! ¡Aaaaaay! ¡Aaaaaay!