Musa
Trenzarán tus caballos en las mismas mañanas
que peinen tus cabellos, con manos alhajadas.
Correrán por el suelo sagrado de tu nombre
sin saber la condena que dicha acción esconde.
Nadie sabrá el contacto que tienes con el cielo
desde el ecosistema oscuro de tu medio.
Tu noche vampirada persiguirá a la luna
con su cuerpo de aullidos y su cara de espuma.
El alférez cambiante con manoplas de seda
no tocará su espada ni saldrá en tu defensa.
Las parábolas grandes del amor tormentoso
quedarán aplanadas en precipicios hondos.
Nunca te buscaré con lucidéz verbal
y en reciprocidad… tal vez harás igual.
Quien procure tu daño destruirá su alma
porque tú has sido envuelta por un divino Karma.
Trenzarán tus caballos en las mismas mañanas
que peinen tus cabellos, con manos alhajadas.
Correrán por el suelo sagrado de tu nombre
sin saber la condena que dicha acción esconde.
Nadie sabrá el contacto que tienes con el cielo
desde el ecosistema oscuro de tu medio.
Tu noche vampirada persiguirá a la luna
con su cuerpo de aullidos y su cara de espuma.
El alférez cambiante con manoplas de seda
no tocará su espada ni saldrá en tu defensa.
Las parábolas grandes del amor tormentoso
quedarán aplanadas en precipicios hondos.
Nunca te buscaré con lucidéz verbal
y en reciprocidad… tal vez harás igual.
Quien procure tu daño destruirá su alma
porque tú has sido envuelta por un divino Karma.