Pastor, que lees en esta y en aquella
Pastor, que lees en esta y en aquella
planta Fili y Damón, que Fili adora,
sabe que tanto fué piadosa agora
Fili a Damón, quanto es terrible y bella.
¡Ay!, yo la llamo, yo la ruego, y ella
mísero no me escucha y huye a la hora,
y quanto me huye más, más me enamora:
que en ella puso su crueldad mi estrella.
Ayer, lleuando mi ganado al río,
al pie de vn verde Mirto, entretexiendo
Violetas y Amaranto la vi sola.
Ladró Melampo, y ella cruel huyendo,
desamparando monte y valle vmbrío,
huyó de mí y el viento socorrióla.
Pastor, que lees en esta y en aquella
planta Fili y Damón, que Fili adora,
sabe que tanto fué piadosa agora
Fili a Damón, quanto es terrible y bella.
¡Ay!, yo la llamo, yo la ruego, y ella
mísero no me escucha y huye a la hora,
y quanto me huye más, más me enamora:
que en ella puso su crueldad mi estrella.
Ayer, lleuando mi ganado al río,
al pie de vn verde Mirto, entretexiendo
Violetas y Amaranto la vi sola.
Ladró Melampo, y ella cruel huyendo,
desamparando monte y valle vmbrío,
huyó de mí y el viento socorrióla.