En espera
No sé si llegará, pero si llega,
al arribo feliz que tanto espero
terminará por fin mi larga espera
y volverá a correr en mis arterias,
sangre nueva.
No importa que el otoño
esté dorando
las verdes hojas
de la primavera.
A su llegada brotarán renuevos
para nueva cosecha
y brotará del corazón ardiente,
nuevos poemas.
Hay un ramo de rosas
que ya quieren
acariciar sus manos
y una hoguera de leña perfumada
crepitando.
Hay arrebol en las rizadas nubes
y la lluvia ha cesado,
diáfanas gotas
sobre los cristales,
van resbalando.
Hay olor fresco de hierba mojada
y pájaros trinando
un cuadro de José Mª Velasco
y el “Vals Capricho”
de Ricardo Castro.
Todo la está esperando.
Tengo abierta la reja
y me parece oír
sus breves pasos.
No sé si llegará, pero si llega,
al arribo feliz que tanto espero
terminará por fin mi larga espera
y volverá a correr en mis arterias,
sangre nueva.
No importa que el otoño
esté dorando
las verdes hojas
de la primavera.
A su llegada brotarán renuevos
para nueva cosecha
y brotará del corazón ardiente,
nuevos poemas.
Hay un ramo de rosas
que ya quieren
acariciar sus manos
y una hoguera de leña perfumada
crepitando.
Hay arrebol en las rizadas nubes
y la lluvia ha cesado,
diáfanas gotas
sobre los cristales,
van resbalando.
Hay olor fresco de hierba mojada
y pájaros trinando
un cuadro de José Mª Velasco
y el “Vals Capricho”
de Ricardo Castro.
Todo la está esperando.
Tengo abierta la reja
y me parece oír
sus breves pasos.