Cuento infantil
Erase que se era, ha tiempo, una cometa
-esqueleto de caña y carne de papel-
unida solamente al resto del planeta
por un hilo de cáñamo. Y yo tirando de él.
Yo la miraba absorto. ¡Por fín, por fín arranca
a volar! Y la cometa, abrazándose al viento
se me alzó de improviso sobre la arena blanca
de la playa otoñal. Aún parece que siento
su fuerza brusca y brava tirando de mi mano,
tremolando en mis dedos, provocándome el grito,
y su perfil naranja cada vez más lejano
arañándole el vientre a un azul infinito.
Pero, de pronto, el viento se nos fue con la tarde
y herida por la calma, ya no supo volar
mi cometa. Recuerdo el silencio cobarde
cuando la ví caerse en los brazos del mar.
.........................................................
Yo soy como tú eras, vieja cometa: frágil,
cuerpo de carne y hueso y alma de soñador.
Sin viento de esperanza que me haga sentir ágil
Se derrumba, impotente, mi sueño volador.
Yo se que El tira siempre de ese hilo que me ata
a la vida y si caigo en picado o si remonto
El lo decide. Ahora que esta calma me mata
rezo en silencio ansiando que el viento vuelva pronto…
Erase que se era, ha tiempo, una cometa
-esqueleto de caña y carne de papel-
unida solamente al resto del planeta
por un hilo de cáñamo. Y yo tirando de él.
Yo la miraba absorto. ¡Por fín, por fín arranca
a volar! Y la cometa, abrazándose al viento
se me alzó de improviso sobre la arena blanca
de la playa otoñal. Aún parece que siento
su fuerza brusca y brava tirando de mi mano,
tremolando en mis dedos, provocándome el grito,
y su perfil naranja cada vez más lejano
arañándole el vientre a un azul infinito.
Pero, de pronto, el viento se nos fue con la tarde
y herida por la calma, ya no supo volar
mi cometa. Recuerdo el silencio cobarde
cuando la ví caerse en los brazos del mar.
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Yo soy como tú eras, vieja cometa: frágil,
cuerpo de carne y hueso y alma de soñador.
Sin viento de esperanza que me haga sentir ágil
Se derrumba, impotente, mi sueño volador.
Yo se que El tira siempre de ese hilo que me ata
a la vida y si caigo en picado o si remonto
El lo decide. Ahora que esta calma me mata
rezo en silencio ansiando que el viento vuelva pronto…