Pones a palpitar las flores de mi vestido
Cuando la brisa de la memoria
trae tus brazos.
Cierro los ojos y mis escombros crujen
vuelven a gemir de nuevo las paredes
de nuestras viejas noches.
Otra vez asoma tu fantasma
por la puerta abierta del closet
y los mil tigres de tu sonrisa
atacan hambrientos mi osamenta.
De nuevo eres manantial sangriento
sol inclemente
en medio del desierto insomne.
Cuando la brisa de la memoria
trae tus brazos.
Cierro los ojos y mis escombros crujen
vuelven a gemir de nuevo las paredes
de nuestras viejas noches.
Otra vez asoma tu fantasma
por la puerta abierta del closet
y los mil tigres de tu sonrisa
atacan hambrientos mi osamenta.
De nuevo eres manantial sangriento
sol inclemente
en medio del desierto insomne.