Ojala
Mis palabras lo persiguieran
hasta su partida al otro mundo,
lo acosaran como bestias hambrientas
en una pesadilla,
lo obligaran a soñar
como ellas le tuercen el cuello
y no le dejan respiro.
Ojalá lo llevaran a pensar
que son sus propios fantasmas,
que le hablan de sus pecados
de las cosas que no se atreve a confesarse
ni siquiera en voz baja.
Querría decir que no es a mi sola
a quien las palabras de otros
abofetean sin compasión
cada vez que me pillan desprevenida
espiando las entrañas de un libro.
Mis palabras lo persiguieran
hasta su partida al otro mundo,
lo acosaran como bestias hambrientas
en una pesadilla,
lo obligaran a soñar
como ellas le tuercen el cuello
y no le dejan respiro.
Ojalá lo llevaran a pensar
que son sus propios fantasmas,
que le hablan de sus pecados
de las cosas que no se atreve a confesarse
ni siquiera en voz baja.
Querría decir que no es a mi sola
a quien las palabras de otros
abofetean sin compasión
cada vez que me pillan desprevenida
espiando las entrañas de un libro.