Autora de un solo libro de poemas, Las Violetas (1950), no participó en la vida cultural del momento.
Profundamente marcada por la fatalidad, húerfana de nacimiento, contrae una enfermedad que le causa una ceguera irreversible. Puede ser por esta cause que toda su obra está impregnada de un apasionamiento y de una amargura que hace que sus textos repiren una sinceridad inusual en la acartonada poesía del siglo XIX.
Es una de las voces más auténticas y desgarradas de su tiempo; a la vez que íntima y desconocida.
No se sabe con exactitud la fecha de su muerte.
Selección: Manuel Francisco Reina.
ilusión
Soñé que en una noche de estío, del firmamento azul te desprendiste, diáfana y ligera, como un gl...[leer completo]
Soñé que en una noche de estío, del firmamento azul te desprendiste, diáfana y ligera, como un gl...
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