Historia de moscas
Descubren las moscas con dramatismo
que el mundo apesta y caminan
de lado, indiferentes, sin saludarse.
Pósense en un vaso de vino
y verán su aroma, su ritmo
tin-tin, ton-ton, de niño antiguo,
de embriaguez natural el vino.
O sin más aplicar filosofías,
tajantes silogismos entomológicos,
párese en una jarra
de agua y sienta si puede
la efervescencia, la ebullición
de elementos, la Magia en sus orígenes.
Deciden, no obstante, con alegría
acogerse a un basurero, a veces de frases,
de ideas que el mar no quiso,
de imágenes que les dan estatura
social, abolengo que en sus alas oscurece.
Descubren las moscas con dramatismo
que el mundo apesta y caminan
de lado, indiferentes, sin saludarse.
Pósense en un vaso de vino
y verán su aroma, su ritmo
tin-tin, ton-ton, de niño antiguo,
de embriaguez natural el vino.
O sin más aplicar filosofías,
tajantes silogismos entomológicos,
párese en una jarra
de agua y sienta si puede
la efervescencia, la ebullición
de elementos, la Magia en sus orígenes.
Deciden, no obstante, con alegría
acogerse a un basurero, a veces de frases,
de ideas que el mar no quiso,
de imágenes que les dan estatura
social, abolengo que en sus alas oscurece.