Ix
Maravillándonos.
Como al principio del principio.
Cuando el planeta
Y la célula embrionaria, primigenia,
Eran nada más
Y nada menos
Que dos pichones
De Señora Tórtola
Que no cabe entera
En éste
Ni ningún
Otro
Poema.
Maravillándonos.
Como al principio del principio.
Cuando el planeta
Y la célula embrionaria, primigenia,
Eran nada más
Y nada menos
Que dos pichones
De Señora Tórtola
Que no cabe entera
En éste
Ni ningún
Otro
Poema.