Perdido
Contrapuesto entre aureola y mente
-a un latir del corazón-
ya no se si estoy
o, más bien, dónde estoy
explosión de rastros y rostros
¡que desastre!
démosle pues gracias a la vida
si es que ella
con todo y los desafueros de tristezas
recrea el vivir consecuente
caravana de velas encendidas
peregrinan su esperanza.
Contrapuesto entre aureola y mente
-a un latir del corazón-
ya no se si estoy
o, más bien, dónde estoy
explosión de rastros y rostros
¡que desastre!
démosle pues gracias a la vida
si es que ella
con todo y los desafueros de tristezas
recrea el vivir consecuente
caravana de velas encendidas
peregrinan su esperanza.