Sueño
Madrugada fría; para no estar solo,
para abrir los brazos a una compañía
y empezar la vida pero de otro modo,
–quizás sin mentiras–.
Luces en mi calle –calle silenciosa–
que alumbran la ruta de mi enorme sueño.
Me siento tan lejos de todas las cosas
que no tengo dueño.
Mis pasos y pasos de otro caminante
rozando el espejo sonoro del eco:
–quizás un hermano con sed de verdades
o el recuerdo seco–.
Y después, mi casa. Un rumor de gente
que no me acompaña, de risas vacías.
Y soñar de pronto, como tantas veces,
que en la madrugada de mi piel ausente
vuelves a ser mía.
Madrugada fría; para no estar solo,
para abrir los brazos a una compañía
y empezar la vida pero de otro modo,
–quizás sin mentiras–.
Luces en mi calle –calle silenciosa–
que alumbran la ruta de mi enorme sueño.
Me siento tan lejos de todas las cosas
que no tengo dueño.
Mis pasos y pasos de otro caminante
rozando el espejo sonoro del eco:
–quizás un hermano con sed de verdades
o el recuerdo seco–.
Y después, mi casa. Un rumor de gente
que no me acompaña, de risas vacías.
Y soñar de pronto, como tantas veces,
que en la madrugada de mi piel ausente
vuelves a ser mía.