Poema divergente
Tu soledad madura,
mi soledad abierta.
–Donde tú estás, no quiero
y a donde voy no llegas–.
Tu soledad activa,
mi soledad despierta.
–Ni deseas tocarme
ni mi mano te espera–.
Tu soledad al frente,
mi soledad alerta.
–Somos un grueso muro,
somos una barrera–.
Tu soledad de espinas,
mi soledad de piedras.
–Ni a donde vas te sigo
ni donde estoy me encuentras–.
Tu soledad que hiere,
mi soledad que avienta.
–Reboto en tu mirada
y en mi cristal te quiebras–.
Tu soledad arisca,
mi orgullo sin cadenas.
–Si piso tu pisada
me voy por otra senda–.
Tu soledad madura,
mi soledad abierta.
–Donde tú estás, no quiero
y a donde voy no llegas–.
Tu soledad activa,
mi soledad despierta.
–Ni deseas tocarme
ni mi mano te espera–.
Tu soledad al frente,
mi soledad alerta.
–Somos un grueso muro,
somos una barrera–.
Tu soledad de espinas,
mi soledad de piedras.
–Ni a donde vas te sigo
ni donde estoy me encuentras–.
Tu soledad que hiere,
mi soledad que avienta.
–Reboto en tu mirada
y en mi cristal te quiebras–.
Tu soledad arisca,
mi orgullo sin cadenas.
–Si piso tu pisada
me voy por otra senda–.