Hace cuarenta años
¡Hace cuarenta años que no veo mi patria!
Hace cuarenta años que –pintada de rojo
por una mano negra– la dejé desplomada
entre fríos escombros de terror y de insomnio.
¡Hace cuarenta años que camino con hambre!
¡Hace cuarenta años que me adeudan el cielo!
No existe frase o gesto que logre consolarme
y aunque he echado raíces me siento forastero.
¡Cuántoss ojos en blanco se han marchado vacíos!
¡Cuántos huesos rebeldes contra la sepultura
se dislocan en sombras y rechazan el limo
porque no se conforman con extranjeras tumbas!
Hace cuarenta años que sobrevivo y vago
como Pablo, expectante; como Moisés, sediento,
golpeando contra rocas que dan un zumo amargo;
esclavo de espejismos que alivian mis desiertos.
¿Hasta cuándo, Dios mío, perdurará la sombra?
¿Cuándo al fin la justicia suprimirá la duda
y los que se ausentaron con esperanzas rotas
verán como consuelo a todas sus demoras
un rayo de luz blanca que resucite a Cuba?
¡Hace cuarenta años que no veo mi patria!
Hace cuarenta años que –pintada de rojo
por una mano negra– la dejé desplomada
entre fríos escombros de terror y de insomnio.
¡Hace cuarenta años que camino con hambre!
¡Hace cuarenta años que me adeudan el cielo!
No existe frase o gesto que logre consolarme
y aunque he echado raíces me siento forastero.
¡Cuántoss ojos en blanco se han marchado vacíos!
¡Cuántos huesos rebeldes contra la sepultura
se dislocan en sombras y rechazan el limo
porque no se conforman con extranjeras tumbas!
Hace cuarenta años que sobrevivo y vago
como Pablo, expectante; como Moisés, sediento,
golpeando contra rocas que dan un zumo amargo;
esclavo de espejismos que alivian mis desiertos.
¿Hasta cuándo, Dios mío, perdurará la sombra?
¿Cuándo al fin la justicia suprimirá la duda
y los que se ausentaron con esperanzas rotas
verán como consuelo a todas sus demoras
un rayo de luz blanca que resucite a Cuba?