Chris
A mi hijo.
Tres años.
Dos pistolas.
De pronto
ríe a solas.
¡Pum!, ¡pum!
Suena un disparo.
Da muerte
a un monstruo raro.
Sirenas, policía,
¡se armó la algarabía!
Persigue a malhechores
–me escondo–
¡y a escritores!
Después
sube al diván
de un salto y... ¡Supermán!
Ya el mundo tiene dueño.
La tarde invita al sueño.
Mirada sospechosa:
la sala está borrosa.
Las tres. Mamá te acuesta.
¡Bandidos, al ataque
que al fin llegó la siesta!
A mi hijo.
Tres años.
Dos pistolas.
De pronto
ríe a solas.
¡Pum!, ¡pum!
Suena un disparo.
Da muerte
a un monstruo raro.
Sirenas, policía,
¡se armó la algarabía!
Persigue a malhechores
–me escondo–
¡y a escritores!
Después
sube al diván
de un salto y... ¡Supermán!
Ya el mundo tiene dueño.
La tarde invita al sueño.
Mirada sospechosa:
la sala está borrosa.
Las tres. Mamá te acuesta.
¡Bandidos, al ataque
que al fin llegó la siesta!