Trasciende a flandes
Trasciende a Flandes, y al real pasaje,
hidra del Septentrión, Weimar se ofrece,
animada ponzoña del coraje
de aquella infiel cerviz que herida crece.
Mas sus venenos y su cuello extinguen
aceros de Austria en campos de Norlinguen.
Trasciende a Flandes, y al real pasaje,
hidra del Septentrión, Weimar se ofrece,
animada ponzoña del coraje
de aquella infiel cerviz que herida crece.
Mas sus venenos y su cuello extinguen
aceros de Austria en campos de Norlinguen.