Al mismo entrando en las escuelas de salamanca
Soberano Señor, cuyo semblante
tal vez nos representa a Marte crudo,
con el estoque vengador desnudo
y la túnica estrecha de diamante:
tal, nos pone pacífico delante
(preso el cabello con curioso ñudo
de lauro, y con un libro por escudo)
no menos sabio a Apolo que elegante:
honrra ahora las letras, y con ellas,
émulo de tu padre y de sus leyes,
da a la paz el dominio de tu tierra.
De tu abuelo después sigue las huellas,
pues igualmente es propio de los reyes
amar la paz y exercitar la guerra.
Soberano Señor, cuyo semblante
tal vez nos representa a Marte crudo,
con el estoque vengador desnudo
y la túnica estrecha de diamante:
tal, nos pone pacífico delante
(preso el cabello con curioso ñudo
de lauro, y con un libro por escudo)
no menos sabio a Apolo que elegante:
honrra ahora las letras, y con ellas,
émulo de tu padre y de sus leyes,
da a la paz el dominio de tu tierra.
De tu abuelo después sigue las huellas,
pues igualmente es propio de los reyes
amar la paz y exercitar la guerra.