Guayaquil
GUAYAQUIL,
en la buena estación
¡Oh, Guayaquil, bien hayas!
Y más cuando acuartelas tus legiones
de lanceros del Guayas,
en cuyos aguijones
todo tu ardor, toda tu fiebre pones.
GUAYAQUIL,
en la buena estación
¡Oh, Guayaquil, bien hayas!
Y más cuando acuartelas tus legiones
de lanceros del Guayas,
en cuyos aguijones
todo tu ardor, toda tu fiebre pones.