La dama
No queráis allá trocaros,
que quereres estrangeros
sabrán mejor agradaros
pero no tan bien quereros;
y si sois d'amor vencido
mi firmeza y vuestro olvido
lloraréis
cuando engañado os halléis.
No queráis allá trocaros,
que quereres estrangeros
sabrán mejor agradaros
pero no tan bien quereros;
y si sois d'amor vencido
mi firmeza y vuestro olvido
lloraréis
cuando engañado os halléis.