...la noche ofrece sapos, perros negros y cadáveres ahogados...
Una mujer se lava cada noche
con un agua pura, imperiosa,
así sople el fuego o el hielo,
así echen abajo las puertas
y entren a la casa con perros y linternas, así
no venga nadie y un violín se parta,
una estrella se rompa,
así un hombre, cualquier hombre, se desangre en el fondo
de un pozo,
y la sangre manche los lomos de los caballos,
y los caballos galopen hacia la fiebre y el espanto.
Se lava y tiembla
como quien rueda entre sapos, perros negros
y cadáveres de ahogados, y grita,
antes de ser tragado por la tierra.
Una mujer se lava cada noche
con un agua pura, imperiosa,
así sople el fuego o el hielo,
así echen abajo las puertas
y entren a la casa con perros y linternas, así
no venga nadie y un violín se parta,
una estrella se rompa,
así un hombre, cualquier hombre, se desangre en el fondo
de un pozo,
y la sangre manche los lomos de los caballos,
y los caballos galopen hacia la fiebre y el espanto.
Se lava y tiembla
como quien rueda entre sapos, perros negros
y cadáveres de ahogados, y grita,
antes de ser tragado por la tierra.