A una dama que le tiró una naranjilla con agua de azahar
Dulce señora, no hallar
fiel vuestra bala quisiera,
pues siendo verde y de cera,
me previene a no esperar;
porque escondéis el azar
en lo hueco de lo verde,
para que por él me acuerde
que, con esperanza vana,
cuanto en lo exterior se gana,
en lo sustancial se pierde.
Dulce señora, no hallar
fiel vuestra bala quisiera,
pues siendo verde y de cera,
me previene a no esperar;
porque escondéis el azar
en lo hueco de lo verde,
para que por él me acuerde
que, con esperanza vana,
cuanto en lo exterior se gana,
en lo sustancial se pierde.