Nadie
Nadie siembra
en la tierra vertical. Si al azar
una semilla encuentra el abrigo
de una grieta
y se embriaga de ocasos
y de auroras
será pasto de los pájaros
antes de abrirse su mañana.
Es preciso el reposo
del surco
que cobije su fervor,
y algo más que el abrazo amable
de algún dios que derrame
sobre ella
el latido de su semen.
Sembrador de fulgores
y otras claridades: esparce a boleo
tu tiempo de armonía en mi llanura
roturada.
Nadie siembra
en la tierra vertical. Si al azar
una semilla encuentra el abrigo
de una grieta
y se embriaga de ocasos
y de auroras
será pasto de los pájaros
antes de abrirse su mañana.
Es preciso el reposo
del surco
que cobije su fervor,
y algo más que el abrazo amable
de algún dios que derrame
sobre ella
el latido de su semen.
Sembrador de fulgores
y otras claridades: esparce a boleo
tu tiempo de armonía en mi llanura
roturada.