El juego de la vida
Jugar, sin saber lo que hay escondido
en la mano cerrada de ese niño
tramposo
que es la vida: trinquilintainas*
samporrotainas…,
dice el acertijo.
Si das con él,
lloriquea el niño trapacero,
diciendo que no eran aquellas
las habitas que él escondiera.
Jugar, sin saber lo que hay escondido
en la mano cerrada de ese niño
tramposo
que es la vida: trinquilintainas*
samporrotainas…,
dice el acertijo.
Si das con él,
lloriquea el niño trapacero,
diciendo que no eran aquellas
las habitas que él escondiera.