El primer beso
En el cielo la luna sonreía,
brillaban apacibles las estrellas,
y pálidas tus manos como ellas
amoroso en mis manos oprimía.
El velo de tus párpados cubría
miradas que el rubor hizo más bellas,
y el viento a nuestras tímidas querellas
con su murmullo blando respondía.
Yo contemplaba en mi delirio ardiente
tu rostro, de mi amor en el exceso;
tú reclinabas sobre mí la frente...
¡Sublime languidez! dulce embeleso,
que al unir nuestros labios de repente
prendió dos almas en la red de un beso.
En el cielo la luna sonreía,
brillaban apacibles las estrellas,
y pálidas tus manos como ellas
amoroso en mis manos oprimía.
El velo de tus párpados cubría
miradas que el rubor hizo más bellas,
y el viento a nuestras tímidas querellas
con su murmullo blando respondía.
Yo contemplaba en mi delirio ardiente
tu rostro, de mi amor en el exceso;
tú reclinabas sobre mí la frente...
¡Sublime languidez! dulce embeleso,
que al unir nuestros labios de repente
prendió dos almas en la red de un beso.