Los volantines
También jugué yo con volantines:
aprovechaba el viento del mar,
en una playa donde las gaviotas raspaban sus alas para mantenerla blanquita y acogedora…
Contra un cielo límpido, donde jamás gruñía el invierno,
garabateaban mis volantines sus caprichos.
El mar hacía coro a mis gritos: era mi compañero de guardapolvo azulejo.
Yo creía poseer infinitos corazones.
Y, cuando encumbraba un volantín, pensaba, seriamente,
que uno de mis corazones salía de paseo por el cielo.
También jugué yo con volantines:
aprovechaba el viento del mar,
en una playa donde las gaviotas raspaban sus alas para mantenerla blanquita y acogedora…
Contra un cielo límpido, donde jamás gruñía el invierno,
garabateaban mis volantines sus caprichos.
El mar hacía coro a mis gritos: era mi compañero de guardapolvo azulejo.
Yo creía poseer infinitos corazones.
Y, cuando encumbraba un volantín, pensaba, seriamente,
que uno de mis corazones salía de paseo por el cielo.