El dolor vencido
Dolor, pues no me puedes
quitar a Dios, ¡qué resta a tu eficacia!
«¡Dónde está tu aguijón!»
Huyen las horas,
y entre sus alas lleva cada una
cierta porción de tu energía negra.
¡Oh dolor, tú también eres esclavo
del tiempo; tu potencia
se va con los instantes desgranado:
mientras que el Dios que en mi interior anida,
más y más agigántase, a medida
que más le voy amando!
Dolor, pues no me puedes
quitar a Dios, ¡qué resta a tu eficacia!
«¡Dónde está tu aguijón!»
Huyen las horas,
y entre sus alas lleva cada una
cierta porción de tu energía negra.
¡Oh dolor, tú también eres esclavo
del tiempo; tu potencia
se va con los instantes desgranado:
mientras que el Dios que en mi interior anida,
más y más agigántase, a medida
que más le voy amando!